Aquí te doy 10 alternativas en lugar de contactar a tu ex.
Tu pareja te terminó, se fue y parece que le va mejor sin ti, y cuando te miras, lo único que percibes es dolor y angustia en tu interior y no tienes más que dudas como ¿qué sucedió? ¿Teníamos planes y de pronto ya no le importó? ¿Estará viendo a otra persona? ¿Qué voy a hacer ahora? ¿Por qué me siento tan sólo? Entre muchas otras…
Cada pareja es diferente, tienen como una identidad propia, nutrida por las personas que la integran: planes, pasatiempos, rutinas, intereses, amistades, familia ¡a veces comparten el mismo trabajo o salón de clases! Y esta relación muy probablemente defina o en gran medida defina el plan de vida de quienes la integran, por lo que al romperse el vínculo, la vida cambia precisamente y puede llegar a ocurrir una crisis.
Usualmente, en estas crisis, la persona pueda sentir miedo, angustia, desesperación, dolor y para apaciguar estas emociones, se cree que regresar a la relación moribunda o muerta, es lo indicado. La visión de túnel no permite ver otra cosa más que el origen del dolor que es el no estar con el ser amado.
Te voy a describir lo que en la visión del túnel a veces no se puede mirar. Son actividades que debo advertirte implican esfuerzo, paciencia y que el deseo de sentirse mejor sea tu objetivo principal.
1. Deja sentir tus emociones: antes que nada, respira profundo, en un lugar tranquilo, y llora a todo pulmón, si quieres. Piénsalo como lo que se siente al poner un antiséptico en una herida, arde mucho y duele. El dolor de una separación no es tan diferente. El llanto tiene una función relajante, no la desaproveches, en un inicio puede tomar días, permítele a tu cuerpo y tu emociones ser la salida de ese dolor. Programa en tu agenda un par de días, después de la escuela, trabajo o en cinco minutos que tengas libre para estar en ropa cómoda, con tus pañuelos, y una almohada para abrazar y suéltate de llanto.
2. Evita tomar decisiones en estado de confusión: imagínate que una noche se ha ido la luz en tu vivienda, te levantas de donde estés y caminas para buscar una vela o una lámpara de mano; aunque conozcas donde habitas, caminas con cuidado porque no puedes ver en la oscuridad. Pasa algo similar con la confusión, no se puede pensar adecuadamente cuando no sabemos ¡ni qué está pasando!
3. Escucha tus necesidades: las emociones tienen una función vital en nuestra vida y en la toma de decisiones. Por lo que entenderlas te va a servir de mucho en este proceso. Voy a hacer una analogía para explicarlo mejor. Cuando sientes un vacío en el estómago, sabes que ya tienes hambre, por lo tanto, no te vas a dormir, te vas a la cocina y te preparas algo de comer; con las emociones es parecido, si una persona te ha rechazado, y sientes dolor, no es lógico regresar al origen del dolor, al escuchar la emoción, entiendes que el dolor te dice que es un sufrimiento estar ahí y habrá que moverse a un lugar que brinde calma y confort, como un abrazo de alguien cercano, un familiar, una amistad, etc. Lo que me lleva al siguiente punto, cuando te permites escuchar tus necesidades, puede resultarte más fácil pedir a tus redes de apoyo, lo que te hace falta.
4. Acude a tus redes sociales: y no, no hablo de las que encuentras en Internet, hablo de las redes de apoyo como la familia, las amistades, tu pastor o sacerdote, tu mentor etc. Pídeles lo que necesites, por ejemplo, si necesitas un abrazo, pídelo, si necesitas que te escuchen, pídelo, si necesitas compañía en silencio, pídelo, tus seres queridos pueden ser una gran ayuda.
5. Practica la paciencia: recuerda que puede haber bajones (momentos de malestar que vienen después de haberte sentido bien) pero es lo que se espera cuando se vive una transformación. Extrañar a la persona no es malo o algo que no se deba de hacer, es válido si aún sientes algo por ella; a veces se extraña una persona, o una situación toda la vida, pero no se compara con las buenas cosas que pueden seguir pasando en tu vida. Dicen “es que ya no lo quiero extrañar” y sólo ha pasado una semana… Te comparto que podemos extrañar a personas, o situaciones que vivieron u ocurrieron en la infancia, adolescencia, o del año pasado. No se trata de ya no extrañar, se trata de entender que nuestra vida también se forma de ausencias físicas, pero que siempre se llevan en lo más profundo de nuestros recuerdos más preciados.
6. Haz ejercicios de reflexión: quizás esto no se pueda hacer en seguida, pero realiza un lista de pros y contras de la relación, redacta los aprendizajes, lo que agradeces, lo que no volverías a permitir. Habla contigo mismo a través del ejercicio de la escritura.
7. Relaja tu cuerpo: Haz alguna actividad física como caminata, jogging, yoga, etc. La actividad física proporcionará alivio a la tensión muscular, dolores de cabeza, baja energía, entre otros beneficios.
8. Ocúpate: tu crecimiento no se detiene, por lo que ten en mente que ocuparte no es lo mismo que distraerte; lo que te distrae son las fiestas, el alcohol, las series de tv, porque cuando termina cualquiera de estas y vuelves al silencio, regresan los pensamientos, la añoranza, el malestar. Al ocuparte sucede algo diferente, porque son actividades que te construyen, te estimula el cerebro, te devuelve la certeza de retomar el control de tu vida. Vuelve al curso de idiomas o a las clases de salsa, o explora un nuevo pasatiempo, haz un voluntariado, reconecta con tu individualidad. Lo anterior también reforzará la confianza en ti mismo, y brindará una sensación de autonomía y satisfacción.
9. Explora tu soltería: la soltería no es lo mismo que el sentimiento de soledad. La soltería puede verse como una posición central de la persona, que te permite conocerte mejor, entenderte, disfrutar y reforzar tu individualidad. En ocasiones, las personas terminan una relación y llegan sentir confort en otra pareja, no precisamente por la atracción hacia la nueva persona, sino por temor a estar solos y a veces puede ser contraproducente.
10. Busca apoyo psicológico: te puede ayudar en entender qué te duele, qué mantiene el sufrimiento y el acompañamiento en este duelo.
Te comparto, a demás, que no se trata de sustituir a la persona o reemplazar la relación. Se trata de comprender que tu vida sigue, continuarás viviendo experiencias diferentes y que la ausencia de esta persona y de la relación, estarán presentes en recuerdos. Este proceso de duelo o dejar ir más adelante se convertirá en parte de tu pasado.
