Primero, entiendo que ir al psicoterapeuta es algo que nos puede traer a la mente ideas como que seremos juzgados, y señalados como defectuosos, raros, inadaptados, etc. Pero nada más alejado de la realidad, por eso te comparto que los psicoterapeutas, en México, tenemos formación en la licenciatura de psicología (en mi caso) o psiquiatría (médicos) que posteriormente nos preparamos para brindar psicoterapia en una maestría o estudio de grado equivalente. En este nivel de estudios especializamos nuestras habilidades de escucha, observación, investigación, interpretación de lo que envuelve a la conducta humana para poder realizar una intervención, o sea la terapia. Por lo que para nosotros, las cosas que digas no son “raras”, las cosas son síntomas, signos, datos, información que nos permitirá brindar un tratamiento adecuado y personalizado para ti y nuestra misión no es juzgarte, sino reflexionar estrategias para procurar tu bienestar juntos, por un periodo determinado.
Si crees que puede ser difícil, para ti, ir a psicoterapia, te comparto algo que te puede ayudar:
1. Considera que estar nervioso al principio es normal; sentirte con pena, no saber por dónde empezar, posibles silencios, es algo que se puede esperar de la primera sesión pues estás frente a una persona que no conoces y cada quien se adapta o se siente en confianza en diferentes ritmos con el terapeuta, no hay prisa, no hay presión y no tienes que hacer todo en una primera sesión.
2. Te puede servir apuntar lo que quieres hablar o lo que esperas de la primera cita. En un entorno tranquilo, puede ser en tu casa o en un tiempo libre donde te pusiste a reflexionar, puedes anotar tus inquietudes o el motivo por el que vas a consulta y esto te puede servir en la sesión por si algo se te llega olvidar o si se te dificulta recordar en ese momento lo que quieres expresar.
3. Olvídate de los juicios y las culpas, porque no tienen lugar en el espacio terapéutico. Como psicoterapeuta, mi trabajo no es juzgar que está bien que está mal porque eso limita el entendimiento de tu caso, de tu situación, de tu contexto y no buscamos culpables; al contrario, lo que se busca es entender lo que está ocurriendo para deliberar mejores opciones de pensamiento, entendimiento, comportamiento y toma de decisiones en el tratamiento.
4. Hablarás a tu tiempo y de lo que tú decidas. No se te obligará a decir cosas que no quieras o que no estés preparado para expresar. Pero considera que si quieres tener un cambio, una mejoría, posiblemente se tenga que tocar la herida.
5. Puede haber llanto. Llorar es parte de la regulación física y emocional de nuestro cuerpo ante el estrés, tristeza, o el dolor, por lo que si lloras en la sesión considéralo como un desahogo que tu cuerpo y mente necesita y estás un espacio donde lo podrás hacer y no se te juzgará, sino que se te acompañará en tu dolor.
6. Prepárate para sentirte incómodo. Es importante que te puedas sentir cómodo con la persona a la que le vas a decir cosas incómodas para ti. La incomodidad es parte del proceso de tu transformación. La terapia es un espacio que promueve la transformación y salir de tus paradigmas te invita a probar caminos diferentes.
Espero que lo anterior te ayude a tomar la decisión de acudir a psicoterapia y cuidar tu salud mental.
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